top of page

SOMOS

LEMA

“Valores y Caridad.”

SOMOS

  • El Colegio de la Inmaculada es una institución católica, académica y de corriente regular.
  • Acreditado por el Consejo de Educación de Puerto Rico con máxima puntuación.
  • Más de 100 años de excelencia académica.
  • Fundado en 1885 por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl; actualmente dirigido por una Junta de Directores compuesta por exalumnos y representantes de la comunidad escolar.
  • Su filosofía esta animada por el espíritu de Jesucristo y se basa en las doctrinas de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Ambos dedicaron sus vidas a las obras de caridad y defensa de los marginados.

Más de 100 años de excelencia académica y catolicidad genuina.

VISIÓN

Desarrollar seres humanos aptos para afrontar los nuevos retos sociales, capaces de brindar ideas y soluciones basadas en sus experiencias pedagógicas y vivencias cristianas.

MISIÓN

El Colegio de la Inmaculada es una institución católica que provee experiencias de aprendizaje a tono con las necesidades educativas actuales. Cultiva en el estudiante los valores evangélicos y principios cristianos para que crezcan siendo líderes responsables, comprometidos con la sociedad y su medio ambiente.

FILOSOFÍA

Somos una escuela que integra la diversidad de clases sociales, teniendo a Cristo como eje de unidad. Por esta razón no auspiciamos gastos superfluos y excesivos en las actividades del colegio. Exponemos a toda la comunidad educativa los problemas mundiales, con el propósito de despertar el interés de tomar acción frente a la marginación y ser parte de la solución a la desigualdad social.

imagen inmaculada.png

La Virgen Inmaculada

La Inmaculada Concepción de María ¿Por qué celebramos a la Inmaculada Concepción? La Solemnidad de la Inmaculada Concepción se celebra el 8 de diciembre y es un día de precepto. En el año 1854, el Papa Pío IX declaró el dogma de la Inmaculada Concepción: “La bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano.” (Ineffabilis Deus, Constitución Apostólica del Papa Pio IX sobre el dogma de la Inmaculada Concepción) ¿Por qué celebramos esta fiesta? La Iglesia enseña que la Santísima Madre fue redimida por Su Hijo, al igual que sucede con nosotros, pero en el caso de ella, de manera anticipada por los méritos de la Palabra hecha carne. Al igual que Eva antes que ella, María no estuvo sujeta a la caída y por ende, al príncipe de este mundo. Sin embargo, a diferencia de Eva, María nunca renunciaría a esa libertad que la gracia de Dios le dio. ¿Cuál es la diferencia entre la Inmaculada Concepción y el nacimiento virginal? La Inmaculada Concepción refiere a que Nuestra Señora fue preservada de la culpa del pecado original desde el momento de su concepción. El nacimiento virginal hace alusión a que Jesús fue concebido y nació no de la carne sino del Espíritu Santo. ¿Cómo sabemos que María fue concebida inmaculada? Nos lo enseña la Iglesia. En el Catecismo de la Iglesia Católica se afirma: Para ser la Madre del Salvador, María fue "dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante". El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como "llena de gracia". En efecto, para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente conducida por la gracia de Dios. A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX: «... la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano. “No debe creerse que Él, el Hijo de Dios, nacería de una Virgen y tomaría su carne, de tener ella la más mínima mancha de pecado original.” - San Bernardino de Siena ¿Quién es la Inmaculada Concepción y por qué? María, Madre de Dios, es la Inmaculada Concepción. Esto se debe a que fue elegido por Dios y de Él recibió la gracia de ser preservada del pecado original. El Papa San Juan Pablo II dijo: “El hombre mira la apariencia exterior, el Señor mira el corazón” (1 Sm 16,7). Y el corazón de María estaba completamente dispuesto a cumplir la voluntad divina. Es por eso que la Santísima Virgen es el modelo de la anticipación y la esperanza… En su corazón no hay sombra de egoísmo: ella no desea otra cosa para ella que la gloria de Dios y la salvación del hombre. Para ella, el privilegio mismo de ser preservada del pecado original no es un motivo de vanidad sino de total servicio a la misión redentora de su Hijo. ¿Por qué eligió Dios a María? En los números 492 y 493, el Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña: Esta "resplandeciente santidad del todo singular" de la que ella fue "enriquecida desde el primer instante de su concepción", le viene toda entera de Cristo: ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo". El Padre la ha "bendecido [...] con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo" más que a ninguna otra persona creada. Él la ha "elegido en él antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor". Los Padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios "la Toda Santa" (Panaghia), la celebran "como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada y hecha una nueva criatura por el Espíritu Santo". Por la gracia de Dios, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida. “María era inmaculada, y ajena a toda mancha de pecado.” - San Efrén el sirio ¿Está en la Biblia el dogma de la Inmaculada Concepción? El dogma no se encuentra en las Sagradas Escrituras en sentido literal. Pero la Iglesia ha llegado a la esa verdad a partir de muchos textos que hablan de ella y el papel que tiene en la salvación. En el libro del Génesis 3,15, inmediatamente después del pecado de Adán, Dos revela Su plan de salvación y dice que se realizará por la fidelidad de un hombre y una mujer, así como nuestra caída se dio por la infidelidad de un hombre y una mujer. “Enemistad pondré entre ti [Satanás] y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar.” El linaje de Satanás es el pecado; entonces, la Mujer y Su Linaje no tendrán pecado, en contraposición absoluta con Satanás y su linaje. Vemos, así, en el primer anuncio del plan de salvación de Dios que Él tiene la intención de preservar a María del pecado para que Jesús pueda asumir una naturaleza humana pura. El Nuevo Testamento también nos revela la verdad de ese papel. En el Evangelio de Juan, el Apóstol relata dos ocasiones importantes cuando el Señor llama a Su madre “Mujer”, relacionándola con la Mujer del pasaje de Génesis 3,15. La primera es al comienzo de Su ministerio, en Juan 2,4; y luego nuevamente en la consumación en la Cruz, Juan 19,26… el momento del aparente triunfo de Satanás. También Juan, en el libro del Apocalipsis (capítulo 12), se refiere a la “Mujer vestida de sol” que da a luz al Niño destinado a gobernar el mundo. En Lucas 1,28, hay otra confirmación en el pasaje del anuncio del ángel a María, a quien se refiere como la “llena de gracia” (“íntegra de gracia”). Y también de boca de Isabel, en Lucas 1,41-44, cuando saluda a su prima María. “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.” Muy desde sus principios, reconociendo el paralelismo ente la caída y la redención, la Iglesia comenzó a referirse a María como la Nueva Eva y a ir desglosando, a través de los siglos, todas las implicancias de ese papel de gracia que comenzó a plasmarse desde su preservación del pecado de Adán por su Inmaculada Concepción. ¿De dónde surge el Avemaría? La mayor parte de la oración se encuentran en el Evangelio de Lucas 1,28: “Alégrate, llena de gracias, el Señor está contigo.” Y en el versículo 42 de ese mismo capítulo del Evangelio de San Lucas, se lee: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno.” El Papa San Juan Pablo II lo explicó de esta manera: Salve, llena de gracia. ¿Qué significan estas palabras? El evangelista San Lucas escribe que María (Miriam), al oír estas palabras pronunciadas por el Ángel, "se turbó y discurría qué podría significar aquella salutación" (Lc 1, 29). Estas palabras expresan una elección singular. Gracia significa una plenitud particular de la creación a través de la cual el ser, que se asemeja a Dios, participa de la misma vida íntima de Dios. Gracia quiere decir el amor y el don de Dios mismo, el don totalmente libre ("dado gratuitamente") por el que Dios confía al hombre su misterio, dándole, al mismo tiempo, la capacidad de poder ser testigo del misterio, de colmar con él su ser humano, la vida, los pensamientos, la voluntad y el corazón.

Citas

Para citas comuníquese entre

8:00a.m. y 3:00p.m. 

Contacto

Tel: 787.727.6673 

Email: colegio@inmaculadasanturce.com

Dirección

1711 Ave. Ponce de León

Pda. 26, San Juan, P.R.  00909

  • Instagram

COPY RIGHT

Colegio de La Inmaculada Concepción de Santurce  

Todos los Derechos Reservados

bottom of page